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La pobreza monetaria es una ficción

Según Farid Matuk, exjefe del INEI, la reducción de la pobreza es exagerada. Cifras del Minsa señalan que  el 43% de menores de 6 a 35 meses padece anemia en el Perú. 

Publicado: 2018-04-18


Farid Matuk, exjefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), propone una medida de la pobreza que traspase la pobreza monetaria, que en su opinión, es una dimensión cultural. Apuesta por poner foco en medir la anemia y la desnutrición en el país, así como por políticas más asertivas para luchar contra estos males.


En Perú, los índices de anemia infantil se han reducido, pero no al ritmo de la pobreza monetaria. ¿Hay una contradicción en esa relación?
La pobreza, como categoría cultural, es más dúctil conceptualmente que la anemia, que es una categoría científica. Entre un país y otro, la medición es idéntica y se puede comparar a nivel mundial. La medición de pobreza depende de cómo la mide cada país.
¿Cómo evalúa la relación pobreza-anemia en la región?
En comparación con los países vecinos, Perú era el segundo país con más anemia en 1990, solo superado por Bolivia. Al 2016 sigue en el mismo lugar.
Si desde 2000 hay una curva de crecimiento fuerte ¿qué pasa con índices como la anemia? Según el Ministerio de Salud (Minsa), 43% de menores de 6 a 35 meses padece este mal.

Según los cálculos del Banco Mundial, en 2000 la anemia en Perú era 50,3%. En 2016, 31,9%. En el país sí hubo una reducción y una mejora económica. Son 18 puntos de reducción de anemia entre 2000 y 2016. El Minsa maneja la cifra de la población atendida en sus establecimientos y una ventana de tiempo de personas de 6 a 35 meses. El Banco Mundial mide de 0 a 5 años, que es la cifra que usa el INEI y que es válida. Hay una medición continua y una reducción.


Sin embargo, la anemia sigue siendo alta y no se compara con la reducción de la pobreza en esa misma ventana de tiempo.

La reducción de la pobreza es exagerada. Chile, por ejemplo, redujo sus niveles de anemia de 21% a 20%. En Brasil subió de de 23,5 a 25%. Colombia bajo de 34,5% a 26%. Chile es el país con menos anemia en la región, pero pasó de una anemia de 21% a 20% de 2000 a 2016. Cuando vemos la pobreza (monetaria) en ese país, según el Banco Mundial, pasó de 4,3% a 1,3%. Es decir, en Chile formalmente se ha eliminado la pobreza. La anemia está estancada. Por ello, es una construcción cultural. La cifra de pobreza es más fácil de manipular.


¿Eso pasa en Perú? La reducción de la pobreza en los últimos años pasó de 50% a 21%.
En general, los gobiernos prefieren darte cifras de pobreza fabulosas. Con la medición del Banco Mundial (de US$1,90 al día con precios comparables al 2008), Perú estaba en 17% y hoy en 3%. Es decir, se redujo 5 veces. Y se está usando una cantidad de dinero que la gente podría gastar en bienes o servicios que le parecen más prioritarios que la comida.
El incremento del poder adquisitivo no ha pasado por mejorar la alimentación.
Las familias tienen más poder adquisitivo, pero no están comprando más alimentos. Desde 1998 a 2013 se elevó el poder adquisitivo. Del 2013 al presente está estancado. Sin embargo, que el poder adquisitivo suba, no implica que se adquiera más de todo. Cada hogar decide cómo usar ese ingreso adicional. En la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), se pregunta a las personas en qué están gastando. Si preguntas: piso, pared o techo, se encuentra que hay una mejora del porcentaje de casas con elementos de material noble en la vivienda. O las paredes de adobe por ladrillo. Los hogares dudan si ese incremento será permanente o no.
Entonces, se prioriza la mejora del hogar sobre una la alimentación.
En 2013, con la caída de los precios internacionales de las materias primas, se reduce el poder adquisitivo. La gran decisión cuando hay incremento de ingresos, pasa por si estos son temporales o no. Se tiende a hacer gastos que luego puedes dejar de hacer. La mejora en el hogar, o ir hacia esquemas de servicios privados sobre los públicos (educación, salud). Si el incremento desaparece, el hogar regresa al servicio público,  por lo menos ya acabaste universidad, tu casa está en mejor estado, nadie más va a colegio privado, y con lo que tenemos, comemos igual que antes.  
¿Es posible insertar a la medición de la pobreza una variable vinculada con anemia y desnutrición?

Es importante. Una medida que se ha abandonado (y que es fatal) es el censo de talla de los colegios. El último se hizo en 2004. Se hacía cada 6 años y se suspendió en el segundo gobierno de Alan García. Es un censo muy barato. La desnutrición es en gran medida talla. Esta medición te daba cada 6 años un indicador de comparación de todo el Perú, de una característica antropométrica, no cultural. Si comes mejor, la talla mejora.


Si tuviese que modificar la medición de la pobreza monetaria, basada hoy en una canasta básica y una suma de ingresos que marca la línea entre ser no pobre, pobre y pobre extremo, ¿que modificaría?

Primero, las canastas básicas son ficticias pues no conocemos las decisiones de las familias. Debemos tener mediciones de índice biológico. Anemia, talla y peso. Me olvidaría de la pobreza monetaria. Optaría por un mapa que indique dónde hay anemia, o problemas de talla y peso. Otro elemento que mediría es la población encima de 65 años. La población adulta es más vulnerable.


Con esa medición, ¿cómo quedaría la implementación de programas sociales que se basan en datos del INEI para identificar a beneficiarios/as?

Si tengo un censo de talla y peso, puedo saber en qué colegios de una parte del distrito de San Juan de Lurigancho, en Lima, por ejemplo, se presentan mayores índices de desnutrición. En el mapa de pobreza puede no salir esta parte como zona de pobreza, y puede que requiera una intervención de programas sociales.


Lo que propones suena lógico pero utópico. ¿Se ha hecho?
No.
Entonces, si estuviese en el INEI haría eso.

Y usaría los datos de RENIEC que ofrecen mucha información como mortalidad infantil. Esto te da una idea de dónde hay pobreza. Sobre la educación, entre RENIEC y el Ministerio de Educación podemos ver el nivel de matrícula escolar y retrasos. Hay una masa de información en registros administrativos del Estado que tendrían que repensar todo el diseño de acopio de información, empezando por el censo. Por otro lado, CONIDA toma una imagen satelital del Perú cada 21 días. Esa imagen te dice dónde se está expandiendo la ciudad. Hay que usar los datos que ya existen.


Foto: Andina


Escrito por

Cecilia Niezen

Periodista interesada en temas económicos, sociales y ambientales. Espacio para compartir información e ideas. @cniezen


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